Entre mis ciudades metaguías figuraba una incógnita, un pueblo en el que no hay nada que ver ni hacer según ningún blog de mochileros, libro de viaje ni consejos de viejos trotamundos. Un pueblito que podría describirse perfectamente con una palabra guaraní usada en todo su esplendor: Un pueblito né.
Para quienes no saben guaraní, la palabra “NÉ” en este caso se podría traducir como “hediondo”. Pero es una traducción que queda corta. Sería como tomar la canción “Mi Unicornio Azul” de Silvio Rodriguez y traducir al inglés toda la canción con una sola palabra “Blue”. Hee… así mismo es. Yo me entiendo. Creo.
De todas maneras, el pueblito né en cuestión se llama Gatton.
Para que tengan una idea, esto es lo más importante que dice Wikipedia sobre Gatton:
- Tiene una población de 6.869 personas (bue… son más que los hinchas de Libertad)
- En 1898 hubo un triple homicidio que jamás fue resuelto. (Este… había sido arriesgamos nuestras vidas al ir!)
- En 1897 la Universidad de Queensland inició una granja experimental en Gatton… hoy carreras relacionadas al agro pueden estudiarse ahí (pueden bostezar cuando lean esto, aaaaaaahum)
- En 1956 se inaguró un periódico local, llamado The Star (La Estrella), que es gratis y todavía se publica (?)
Eso es todo.
Eso de allá, NO ES GATTON, es Brisbane
Nadie en su sano juicio se iría a Gatton en sus vacaciones.
Chili y yo no somos ejemplos de personas en nuestros sanos juicios. Es más… existen esas personas? Qué cuernos es el “sano juicio”?
Claro que nos fuimos a Gatton!!!
Sucede que mi primo Francisquito y su novia Verónica estaban estudiando en ese pueblito de morondanga y lógicamente los fuimos a visitar. Para todos los demás Francisquito es conocido como Pachu, pero para su mamá y para mí, fue, es y será por siempre: Francisquito. Mbuajajaja, está por escrito.
Manejamos 1.153 Km solo para verles y fuimos recompensados con birra, playas, canguros y tortuguitas. Y cumplir dos sueños, uno de Chili y uno mío.
Pero vamos por partes, con ellos aparte de holgazanear en su casa, visitamos Brisbane, Gold Coast y Bundaberg.
Gatton
Es un pueblo perdido en medio de la nada que no merece la pena que nadie que tenga medio gramo de materia gris funcionando se vaya ahí de vacaciones. No vayan.
Por otro lado, si tienen primos estudiando ahí, visitenlos porque te van a recibir con milanesas, cerveza y una compañera de casa vietnamita que cocina genial. Pasamos varios días haciendo nada más que charlar y rascarnos la panza. Épico.
Eso fue lo que pasó.
NO VALE LA PENA MENCIONAR MÁS NADA AL RESPECTO.
Así me recibió mi primito, tenía una conservadora llena de birra con hielo para cuando llegamos. Snif, eso es amor
Así luego nos mimaban, acá Verito preparando un potente mandi’o chyryry para nosotros. Snif, eso también es amor
Vero y Francisquito pudieron probar nuestro mundialmente famoso Soyo a la Roguatata (con tortillitas)
Acá la chefa Chili cocinando tortillitas por primera vez en su vida. Las fotos de más arriba y esta describen lo mejor que podés hacer en Gatton
Brisbane
Visitamos varios de sus parques, su playa artificial, una suerte de zoológico raro y un par de bares. O sea que ya somos expertos en Brisbane. En particular pasamos una siesta espectacular asadeando con varios paraguayos que estaban estudiando allá. El asado se llevó a cabo en una parrilla pública a gas… de las que ABUNDAN en Australia. Tienen un fetiche con poner parrillas a gas por todos lados. Creo que vimos la misma cantidad de parrillas así que de canguros.
Lo que vimos, nos encantó, claro. Y… prefiero que las fotos relaten lo que nos encontramos allá.
Playa artificial, EN MEDIO DE LA CIUDAD
Engordando canguritos
Mi primito haciendo asadito en Australia. Eso que ven ahí, y un pedazo a la izquierda es una parrigas PÚBLICA Y GRATUÍTA. Lista para usar. Cocinas, limpias y viene otra persona para hacer sus temas. Miren esa chipa guazú!!!
Sin palabras. Francisquito –> Genio
Grande Verito! Ya te podés casar… Ya te casaste luego…
Acá los cuatro felices con cara de ya comimos asadito, chipa guazú, tomamos cerveza, ahora queremos una siestita reparadora
Encuentre a Joseto. Pista: Monumentazo Masculino en la letra E
La dupla ganadora más sexy del Beer Pong. Francisquito “El Francotirador” y “El Halcón Peregrino” Joseto
Si van a comer en el parque y se encuentran con uno de estos… CUIDADO porque muerden… Verdad Francisquito?
No podía faltar…
Dos sueños cumplidos (en Brisbane)
Chili, toda su vida quiso ver un koala. Describamos a este tierno animalito:
- No es un oso. Hay gente que piensa que son ositos. No, son marsupiales, como los canguros
- Duermen entre 18 y 22 horas al día para procesar las hojas de eucalitpo (la mayor parte de su dieta), que contiene unas toxinas X, que los llevan a dormir como adolescentes para ahorrar energía y digerirlas
- Huelen a pastillas para la tos! En serio!
- Se mueven a la velocidad de un funcionario de la municipalidad buscando tu expediente
- Casi no toman agua ni bajan de los árboles, obtienen el agua de las hojas que comen
- Sus números rondaban los millones, hoy se calcula que son menos de 50.000
Sueño cumplido y recumplido, Chili no vio UN koala, vio un par de decenas y levantó a uno en brazos (pero no vamos a poner la foto porque no vamos a poner la foto). Recuerdo las lágrimas en sus ojos post-abrazokoalístico. 🙂
Australia, país donde se cumple el sueño de interactuar con koalitas
Preparandome para ver a mi animal favorito desde que tengo memoria!!!! “#”$#”%&%#&%#$W#
Yo, toda mi vida quise ver un ornitorrinco. TODA MI VIDA.
Leí sobre ellos cuando era chico, y claro son tan pero tan pero tan raros, que me obsesioné bastante con ellos, un par de datos acerca de los simpatiquísimos ornitorrincos:
- Los primeros biólogos europeos, cuando lo descubrieron, pensaron que se trataba de una “estafa” o falsificación. No creyeron que un mamífero, que pone huevos, tiene pico de pato, pelo y patas de nutria, cola de castor y es venenoso podría ser real. Ahí está el bicho, existe y es tal cual
- El pico del ornitorrinco tiene unos receptores que pueden detectar los campos electromagnéticos de otros seres vivos. Es tan capo, que para “cazar” su comida, lo hace bajo el agua, con los ojos, nariz y oidos “cerrados”. Daredevil es un poroto al lado de mi ornitorrinco. Mío es
- Leiste bien arriba. Son mamíferos, pero ponen huevos. Además, la ornitorrinca no tiene pezones, sino que la leche le sale de unas glandulas mamarias y escurre por sus pelitos y el ornitorrinquito bebé tiene que tomarla así… leche con pelos
- No está en peligro de extinción 🙂
- Todavía no se entiende muy bien un montón de cosas a cerca de como evolucionó ni como funciona este bicho tan maravilloso
Nos enamoramos. Nos quedamos mirándolos nadar frenéticamente, con sus ojitos cerrados y no entendíamos como encontraba la comida (no sabíamos de su “sexto sentido”), durante más de media hora. Sí, como suena, lo miramos y admiramos. No lagrimee, pero casi.
Sueño cumplido.
Nada de lo que dije le hace justicia. KAWAI!
Bundaberg
Francisquito y Verónica nos llevaron a hacer snorkel a una playa llamada Eliot Heads, al lado de Bundaberg.
La conversación fue la siguiente, según mi memoria de audiograbadora:
- Francisquito: “Che, mañana nos vamos a la playa, vamos a hacer snorkel con un alemán que está re loco y que nos va a mostrar todo, el tiene los equipos, un capo es! Vamos a ver corales, peces, pulpos, preparate para algo como 20.000 Leguas de Viaje Submarino!”
- Joseto: “He? Qué buena onda!”
- Francisquito: “Sep, vamos, nos quedamos en su casa y snorkeleamos como looooco, mínimo vemos un calamar gigante”
- Joseto: “Dale, ya estamos, ahora mismo empiezo a contener la respiración para aclimatarme. AAAAUUUUPPP (conteniendo la respiración)”
La Comitiva de Bienvenida a Bundaberg
A penas llegamos ya fuimos a la playa, que era enorme, con pocos bañistas y muchos windsurfers. El agua, como siempre, estaba helada, pero a esa altura ya nos habíamos acostumbrado a congelarnos los huevos como parte de nuestra experiencia australiana. Ese primer día todavía no hicimos snorkel, solo fuimos de reconocimiento. Seguí aguantando mi respiración.
Reconocimiento de la zona en la que snorkelearíamos, un día antes de la aventura. La playa con arena estaba por otro lado
De noche… una sorpresa inesperada… NACIMIENTO DE TORTUGAS!!!!
Había sido, cerca de Bundaberg se encuentra el mundialmente famoso tortuguero de “Mon Repos”, donde tuvimos esas suertes locas de justo caer en la temporada de nacimiento de tortuguitas. Como habíamos visto el desove en Costa Rica, esto vendría a ser como cerrar el ciclo.
Descripción rápida del nacimiento de las tortugas:
Donde solo había arena, empieza a haber movimiento, como arenas movedizas (jajaja, que mal chiste…), bueno, lo que sí que sale una… y luego otra… y otras 5. Y un par de minutos después un enjambre de tortuguitas están ahí armando quilombo. Son minúsculas, más o menos sobre tu celular podrías poner unas 6, en dos columnas de 3. Y son MEGAADORABLES. Su programación las lleva hacia la luz de la luna y el mar, son rapidísimas para ser tortugas recien nacidas, apuesto lo que quieran a que le ganan en carrera al hijo recien nacido de Usain Bolt.
Lo bueno es que uno las ve y las puede ayudar (supuestamente sin tocarlas) para que lleguen al mar. Claro que ante la vista de tan tiernos quelonioideos, a quien no se le escapa una caricia. A quien??
Dormimos soñando que todas esas bellas bestias algún día pesarían cientos de kilos y se acordarían de nosotros como sus mamis, ya que fueron lo primero que vieron al nacer.
Hermosa tortuguita, se llama Joseta La Grandiosa
Al día siguiente, de mañana, estábamos listos para nuestra snorkeleada… lastimósamente, el guía, el alemán… no podía acompañarnos. Claro, que como ya estábamos ahí y teníamos el equipo a disposición, decidimos ir solos, quien necesita un guía? Quien?
La mar estaba brava. Estaba que hechaba espuma por las olas. No quería intrusos.
El viento nos empujaba a la tierra, nos pedía a gritos que no entráramos al agua. Poco antes de entrar, me pareció escuchar su voz, como un soplido, como si tu ventilador te hablase: “No, boludos, no ven que está todo agitado acá? No van a ver un carajo!”.
Las rocas, más parecían dientes que rocas, nos miraban con ganas, con hambre y hacían chistes entre ellas.
Los tiburones, estaban allá lejos, no los veíamos. Ni los vimos. Pero seguro que estaban por ahí en el mar.
Nos metimos al agua, entre las rocas para salir al mar abierto. Teníamos con nosotros un salvavidas, así que estábamos salvados.
Unos veinte minutos más tarde, varios moretones, razguñones, pequeños cortes, sustos, agua salada tragada y NINGÚN CONCHUDO PEZ AVISTADO, decidimos salir por cuestiones de sentido común. A que clase de boludos se les ocurre meterse al mar agitado a esnorkelear sin guía? Bue, no nos metimos nio mucho, ni tampoco era Katrina, sino un vientito que hacía unas olas hinchabolas, pero igual, que manga de @#()#**&#.
No aguanté un carajo mi respiración y tomé bastante agua de mar.
Foto post ahogada bieeeeen lejos de la costa
Kite Surf en Bundaberg
Chismoseando en el patio
Gold Coast
La ciudad: una ciudad playera sin nada que resaltar para mí.
La playa: FANTÁSTICA.
Hay que ir? Sí, y llevá birra helada porque recontra pega tomar ahí.
Rumbo a la playa como buen paraguayo, con conservadora en manos, o en este caso, en la cabeza
Jugando crucigrama
Esta es la famosa playa de Gold Coast. Ponete bloqueador, no seas tavyron
Pssssh TURISTAS!
Hediondo?
Nuestra visita a Gatton (les dije ya que no se vayan allá?) nos muestra, una vez más, que no calienta un pedo el lugar, la distancia ni el tiempo cuando uno habla de cariño y paraguayidad. Verónica y Francisquito convirtieron un pueblo donde no hay nada en el mejor lugar para estar, porque estar con ellos era todo lo que queríamos.
Gracias Francisquito y Vero por abrirnos la puerta de su casa, su auto, su heladera, nambre luego! Superaron toda expectativa que teníamos sobre nuestra visita. Los queremos mucho y esperamos volverlos a ver pronto!!!!!
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