Llegamos a Sydney con 5 meses de viaje a las espaldas, felices de haber pisado el Cañón del Colorado, tomado helado de guanávana en León, sobrevivido el dengue en Cuba y explotado de emoción en el Acatenango, entre otras cosas.
En Sydney nos esperaban Vale, Nico y Niquito, la familia que sería nuestra familia durante las más de 5 semanas que familieamos en Australia.
Con Nico, Vale, Oli y Niqui (en su carrito, no se lo ve) en el mercado navideño (probamos de todo)
Sydney nos recibió con viento, sol y relax. Les juro. Lo único que faltaba era que nos den un trago de colores dentro de una piña con sombrillita para completar la foto. Es que, la ciudad es así… y luego aprendimos que más bien todo el país es más light que sus demás hermanos anglosajones.
En español debería escribirla como Sídney. Pero no quiero.
Con este recibimiento a quien no se le caerían lágrimas de felicidad. La primera cerveza (la que no tiene marca) fue creada por Nico, tanto amor en una botella!
Sydney se trata de una ciudad enorme, una metrópolis que lo tiene todo: un barrio chino, playas para surfistas, playas con familias y playas nudistas (no fuimos lastimosamente), edificios espejados, edificios con plantas que cuelgan, edificios gordos y edificios viejos, parques para perros, parques para niños y parques para jugar una especie de rugby pero con freezbee (¿?). Gente de todos los colores, aunque más que colores son los aromas corporales los que muchas veces se imponen, siendo el desodorante un artículo decorativo para el 16% de las personas con las que nos cruzamos (el porcentaje aumenta en los micros).
Sydney nos recibio con todo su esplendor
Sydney es donde hay una ópera que parece el refugio de un gusano de Dune
Sí, hay una ópera blanca gigante en Sydney, pero tiene muchas cosas mucho mejores que ver/visitar/vivir, en nuestra experiencia:
- The Rocks
- La cerveza
- Las playas
- Caminar por ahí
- Los parques y Darling Harbour
- Lo mejor de Sydney
The Rocks
Sydney es una ciudad relativamente “nueva”, donde casi todo lo que ves es de bien entrado el siglo XIX para adelante. The Rocks es la parte más antigua de la ciudad y se nota la ausencia de tanto vidrio para dar lugar a la madera y al ladrillo. Nos tomamos un tour “a la gorra” de unas dos horas para conocer la historia y chismes del lugar: recuerden que Australia era una suerte de prisión barata para los ingleses, por lo tanto pasó de todo por allá y las historias que te cuentan en el tour son sobre como se las arreglaban por allá en esas condiciones.
A los australianos no les gusta mucho hablar sobre el hecho de que la gran mayoría de sus antepasados fueron al sur condenados por alguna cosa. Yo, sinceramente, no entiendo eso… O sea, estamos hablando de hace casi 250 años, no de historia reciente. Qué me debería importar a mi si algún antepasado mío fue estafador, ladrón, asesino o antropófago? Qué tiene que ver conmigo? Es más, de mis 64 tátaratátarabuelos, las chances de que varios de ellos hayan sido unos bandidos es bastante alta no?
Lo que más importa es quien soy yo, hoy, no quien fue noséquien hace dos siglos. Ni hace dos décadas si viene al caso.
–Fin de interrupción divaguera–
El barrio es ABSOLUTAMENTE distinto a todo lo que vas a encontrar en el resto de la ciudad, las calles son más pequeñas, más desordenadas, con curvas raras y edificios que se nota que tienen más de 50 años (una rareza en esa ciudad). Esas callecitas, atestadas con gente que NO está trabajando, sino que está simplemente disfrutando en los cafecitos y barcitos nos encantó.
Si van a Sydney, vayan a pasear a The Rocks (mejor con el tour).
Acabo de darme cuenta que no tenemos muchas fotos de The Rocks. Acá esta una no muy favorecedora foto de nuestra hermosa guía Justine (fundadora de I´m Free Tours). No se está metiendo el dedo en la nariz. Parece. Pero no
La Cerveza
Sydney es LA CIUDAD para tomar, te llama, te estira, te invita. Les juro que se siente como estar en una playa brasilera o del Caribe, solo que cuando vas a comprar una birra necesitás un poco de valor para enfrentarte a cual de las 18.283.918.174 distintas marcas/estilos/cosechas/presentaciones querés llevar. Eso y plata o una tarjeta de crédito que aguante tu sed de cebada.
Por alguna extraña razón (ehem, llamada Nicolás) ahí probamos unas 30 cervezas distintas. Nos maldijo con su pasión y conocimiento cervecero a tal punto que ahora me tengo que atajar para no pensar en el cuerpo o el IBU de una cerveza cada vez que me tomo una. Maldito seas! Oh, Nico Amo y Señor del Lúpulo, Guardián de la Fermentación Sagrada, Defensor de la Panza Cervecera del Sur!
En nuestras semanas que estuvimos por ahí, no vi ningún bar que no te ESTIRE FUERTÍSIMO pedir una fría a cualquier hora del día. Sus “bodegas” (llamadas bottleshops o sea “tiendas de botellas”) son la fantasía más 50sombrasdegreysiana de cualquier coleccionista de latitas. Por alguna legislación X, los supermercados no pueden vender alcohol y, oh sorpresa, justo al lado de cada supermercado hay una bien surtida bottleshop donde podés canjear tus facturas del supermercado por descuentos en tus birras (las bodegas pertenecen a los supermercados). Hecha la ley, hecha la bottleshop!
Encontramos en muchos restaurantecitos un cartelito al lado de la puerta con tres letras en negro y en mayúsculas: BYO. Descubrimos que se trata de una abreviación para las palabras “Bring your own”, que significa: “Trae lo tuyo”. Básicamente lo que la presencia de ese cartelito indica es que PODES LLEVAR TU BIRRA/VINO/SIDRA/TEQUILA/MARTINI SHACKEN NOT STIRRED al restaurante y tomar ahí. O sea, te sentás pedís tu comida china y sacás un par de pilsen’i de tu conservadorita para tomar unos tragos mientras esperas tus arrolladitos primavera. Hermoso!
Si te vas a Sydney, por favor descorchá una cervecita.
Entre el calor y la onda de la ciudad es imposible no tomar una birra bien fría (o fría para el estándar de Australia)
El día que Nico se quedó de niñero y salimos solos con Vale. Los bares son… raros en cuanto a las picadas. A eso de las 21 o 22 horas CIERRAN LA COCINA. Y doble-yapiró al que tenga hambre
Las playas
Sydney tiene una cantidad estúpida de playas, las cuales obviamente varían en cuanto a la bravura de sus olas, la cantidad de gente, la calidad de los topless que ves, el ancho de la parte de arena y las instalaciones con las que cuentan.
Playa Bondi. Notese el equilibrio en la foto: el mar cortando horizontalmente a la mitad la imagen, al mismo tiempo la pareja, bronceada y en forma, traza una diagonal con las tetas del gordito del centro y las rocas en el fondo a la izquierda. Perfecta…
Lo que todas tienen en común es el agua helada, que por algún hechizo temporal te deja de importar unos 20 segundos después de que te zambullís. Bueno, en realidad la situación es más o menos así:
- Calor… me derrito… este sol no puede ser verdad… en que momento nos teletrasportamos al Chaco?… Muero por una birra… Mato por un tereré… Vendo mi riñon izquierdo por una nube…
- Ya está, vamos a la playa, hay muchísimas acá cerca, jahá!
- Mirá la playa! Que buena está… Esa rubia está en bolas?? Parece que sí… Hacé como que no mirás… No mires guau pero mirá igual. Sí está en bolas! Allá hay otra! Que buena playa!
- Ay mis pies! Que le pasó a mis zapatillas? Por qué están pegajosas y me queman? Se convirtieron en fondue de zapatillas! No me calientan un pedo estas gringas en topless, me meto al agua ahora mismo. Correr. Agua. Ya.
- Mar! Yei! Ven a mí!… Zambullo!!! AAAAAAAAAAAAAAAAAGHHHRHRHAAGAGAH!!! QUE CARAJOS??!!! SE ME CONGELAN LAS BOLETAS!!! (Tu cuerpo no entiende como de 130° pasaste a -15° en menos de 2 segundos, tu piel quiere suicidarse y suicidarte al mismo tiempo)
- … … … … … … (No sabés como, pero aguantás el frío porque sabés que el calor de afuera es un castigo divino)
- Y finalmente… No está tan fría si te quedás bajo el agua… Da gusto siqué!
(Olvidate nomás de hacer una salida del agua estilo James Bond, porque salir con los pezones parados, los dientes castañeando, el bulto en negativo y abrazándote a vos mismo no es tan sexy como 007)
Una tarde cualquiera en una playa en Sydney (entre semana)
Nunca vi una ciudad tan grande que esté tan compenetrada a su vida playera… se puede ver en los bronceados, en las conversaciones en como la gente se viste
En particular existe una caminata “veiramar” que va de la Bondi Beach a la Coogee Beach, en la que vas visitando las dos playas mencionadas y también la Bronte, Tamarama y Clovelly. Se trata de un paseo en el que vas subiendo y bajando escaleras/acantiladitos, azotado por el viento marino, fresco, delicioso, sin pensar en nada, solo activando los sentidos porque no te querés perder de una pizca de lo que pasa a tu alrededor. Son un par de horas en las que ganás tiempo.
Si vas a Sydney, hacé la caminata de Bondi a Coogee, o hacela al revés si querés ser contrera, pero metele.
Durante toda la caminata tenes una vista impresionante. Y eso que está delante del banquito… ES UNA PISCINA MARINA (?)
Caminatas sin rumbo
Quien nos lee sabe que este es un clásico nuestro. Caminar por ahí sin rumbo exactamente definido y ver que nos encontramos por el camino.
Hacerlo por el centro de la ciudad es espectacular… Sin querer queriendo uno se da de narices contra The Victoria Building, los túneles raros que conectan los edificios bajo las calles, el mercado 4 de allá (se llama Market City), el barrio chino, decenas de bares que te invitan, miles de personas tatuadas (el tatuaje aparentemente es un requisito para que te den un pasaporte australiano), los bares que se esconden, autos que te quieren chocar porque manejan por la izquierda, playas y puertos con más onda que los rulos de Lenny Kravitz…
Parqueadero de perros fuera de un bar. Mientras el perrito descansa (no muy feliz) afuera, el dueño se toma una birra
Luego, paras en cualquier lado a comer cualquier cosa que te imagines: vas a encontrar comida oriental de todos los países que se te ocurran y occidental tradicional y rápida. Comida australiana… este… mejor olvidate de eso. Por tu bien, olvidate de eso… (eran una colonia de presos ingleses chamigo, olvidate te dije!).
Hicimos esto varias veces, es un placer, más que nada debido a la onda light de la ciudad.
Si vas a Sydney, perdete. Y no comas la comida australiana.
A esto me refiero cuando digo que la ciudad es relajada. Foto tomada en el Darling Harbour
Los parques y Darling Harbour
No podés andar 7 cuadras sin encontrar algún espacio abierto. En ninguna dirección. Suena raro verdad? Pero es así o por lo menos se sentía así.
Los parques los hay de todos los estilos, aburridos pastos sin más nada que pasto, arboledas (divertidas?), parques para perros (donde sus dueños los sueltan para que jueguen, se huelan sus respectivos traseros, corran a buscar las pelotas y palos, hagan todos juntos pipí al mismo poste, etc), parques con canchas de rugby y pistas para trotar, canchas de algo llamado ultimate frisbee que es una especie de fútbol pero en vez de usar una pelota se usa un disco volador (es MUY popular por allá!!), parques con pisos de cemento, parques rodeados de bares, parques con vistas al mar y parques dentro de los parques, parques con jardines y con cacatúas, parques con parrillas de gas (listas para que CUALQUIERA las use gratuítamente), parques con juegos donde hay niños felices y padres aliviados… En serio, hay de todo. Y todos pegan, incluso los aburridos que tienen solo pasto.
El niño disfrutando del parque número 214 que vimos
En particular quería hablar también del Darling Harbour que es una suerte de “puerto gigante peatonal” donde desde agosto hasta diciembre cada sábado lanzan fuegos artificiales espectaculares. Bares, restaurantes, juegos para niños, jardines orientales, el acuario y Madam Tussauds, exhibiciones, museos. Todo lo encontrás ahí. Todo junto. Uno encima del otro y al costado.
Si vas a Sydney, aunque no quieras, vas a ir a algún parque.
Parte del Darling Harbour, KoguaChili posando. <3
Lo mejor de Sydney
Por lejos: vivir primero como invitados de la familia González Cabello, luego como vecinos y por último como hijos pródigos.
Con Chili nunca habíamos estado tanto tiempo con un chico pequeño y cuando llegamos Niquito contaba con 2 años y se comunicaba con un idioma propio en el que “Ili” significaba Chili y “Toto” se traducía como Joseto. Morimos de amor… y también, nos sacamos el sombrero ante todos los padres y madres del mundo. Que huevos.
Más allá de las cenas en casa, los asaditos en los parques y la cerveza casera. Más allá de acompañarnos y mostrarnos y aconsejarnos y pacienciearnos. Más allá de escucharnos y aguantarnos. Más allá de lo todo y más que nos dieron, nos dieron pura y dura amistad. Vieron esa de la que se escribe en los libros o que vemos en las películas? Bueno, de esas.
Y saben que? Se siente espectacular.
Los queremos Vale y Nicos. Gracias.
Festejo de cumpleaños, atrasado, para Niquito
Y la ópera?? Te olvidaste de hablar de la ópera boludo…
Fuimos al tour que te lleva a visitar la ópera y para no ser mandar al carajo todo y decir muchas groserías sobre el conchudo tour de porquería que nos costó la universidad de nuestros futuros hijos sencillamente diré lo siguiente:
- La ópera está buena para las fotos
- Estoy seguro que asistir a CUALQUIER SHOW dentro sería genial
- También pega tomar algo en los barsitos que están a al costado de la misma, entonces tendrías el mar y la ópera y tu trago y todo sería perfecto
- El tour es una reducción de lixiviado radiactivo que hace que la perspectiva de poner tus bolas en una fritadora de Mc Donalds te parezca una buena idea en comparación
- Si no me entendieron, merecen hacer el choto tour de la ópera
Si van a Sydney vayan a algún show en la ópera o tomense unas birras al costado, NO paguen NADA por el tour.
Como dije… La Opera está buena para las fotos
Tocando las bolas del Toro para la suerte (?)
Otra sorpresa que nos dio Sydney fue conocer a Ubaldo y Machi de Terere Around The World. Ellos son paraguayos que viven en Rio de Janeiro y estaban haciendo E X A C T A M E N T E lo mismo que nosotrosMe encontré con una famosa (?)
Una imagen vale mas que mil palabras
Carmenlidia says
Me gusto el artículo sobre la perfecta Foto de la playa – el gordito. El estacionamiento para perros !!!!
nicolasgoddone says
Que grandes Joseto y Chili! son unos capos! las historias que nos contaron y las que les queda por contar, vamos a ponernos al dia en Paraguay ya dentro de poco y con un asado de esos que no comemos hace casi dos años. Para nosotros fue un gusto recibirlos y ser una partecita de la extraordinaria aventura que hasta hoy están llevando a cabo.
Viajar por el mundo es un sueño de muchos, y al alcance de mas de uno, pero eso no basta para lograrlo. Hace falta coraje, garra y mucho aguante. Pasamos muy bien mientras estuvieron por aca y solo podria haber sido mejor si se quedaban mas tiempo. Me alegra que te vayan gustando mas las cervezas artesanales, la vida es corta para tomar cervezas sin sabor ni aroma, algunas industriales como la Pilsen no las vamos a cambiar nunca, ya están ahí en el ADN, pero hay mucha buena birra por tomar, y la inmensa mayoría artesanal.
Un abrazo enorme para uds dos y hasta (muy) pronto. Portense bien, los queremos mucho.