Yo pensaba que San José, Costa Rica, tenía muchas pendientes. No tenía idea de nada. Necesito que me presten una máquina del tiempo para mandarme unos meses atrás a pegarme una cachetada cuando me quejaba de las subidas en San José: “No sabés nada Joseto!” (Cachetada!)
San Francisco no tiene colinas. San Francisco es colinas.
Chili había elegido como ciudad Metaguía a San Francisco, lo cual a mí no me sorprendió pero tampoco fue que me dije: “Wuhu! Voy a conocer San Francisco que siempre quise conocer! Wuhu!”. Admito que sentía cierta indiferencia hacia la ciudad. Y bueno, una vez más, no tenía idea de nada: “No sabés nada, Joseto!” (Cachetada!).
Amamos San Francisco
Es preciosa. Es linda. Estéticamente, por ejemplo, las casas de estilo victoriano abundan, pero al mismo tiempo los detalles en las pinturas, en las ventanas, en las puertas las individualizan y embellecen. El terreno, con 14.506.831 colinas, con pendientes imposibles, permite que no importa donde estés, tengas vistas de las calles, de la ciudad, del mar, de lo que sea… al mismo tiempo que mirás a todo inclinado como si un borracho hubiese diseñado las calles y a vos te toque caminarlas.
Nos quedamos en SF 6 días, que fueron frenéticos, caminamos como si cada día fuese el 8 de diciembre. Más abajo lo que destacamos con Chili.
Leones de mar haraganeando en el Pier 39. En vez de estar haciendo algo productivo con sus vidas como nosotros!!!
Muir Woods
El bosque de Redwoods, llamado MuirWoods, se encuentra a más o menos una hora manejando desde el centro de San Francisco, para ir decidimos alquilar un auto por un día y manejar… nos costaba lo mismo que un tour guiado, pero teníamos el auto y manejábamos nuestro tiempo.
Fue una decisión acertada.
La famosa “humildad frente a la Naturaleza” –> ON
Cruzamos el Golden Gate al sonido de (PONER MUSICA SI TENEMOS). Sabemos que es un puente y nada más que un puente, pero igual se sintió especial… como un “jamas pensé que cruzaría este puente rojo que vi en muchas películas escuchando música e intentando no chocar de la emoción!”.
Estacionamos a un par de cientos de metros de la entrada al bosque y empezamos a caminar. Desde el “hola, que tal” los Redwoods lo único que te dan es un baño de humildad, sonrisas y algo difícil de explicar, llamemosle solemnidad. Es que… esos gigantes se levantan de la tierra, al lado tuyo, pero donde vos llegas a unos dos metros y poco con los brazos para arriba ellos van y van y van y van hasta perderse en el cielo.
Con Chili los abrazamos, les hablamos, los contemplamos. Para serles sinceros creo que tuvimos un caso de locura temporal o mejor: locura florestal.
Todavía recordamos el aroma
Nos quedamos horas. Muchas más de lo que habíamos planeado, caminando por senderos chiquitos, cruzándonos con nadie más que con ellos, con los Redwoods, los merecidos amos y señores de ese lugar.
Si me preguntan: a qué lugar me TENGO que ir si voy a San Francisco? Mi respuesta es “A los Muir Woods, incluso por encima de Alcatraz”.
- La mayoría de los árboles tienen entre 500 y 800 años, pero hay varios de hasta más de 1.200 años.
- El árbol más alto del parque mide unos 78 metros, aunque la especie supera los 115 metros.
- Caminar entre esos colosos centenarios se siente como caminar en un lugar sagrado y puro. Pero más. Se siente como caminar en un lugar vivo, que te mira, te escucha, te siente y te abraza.
Esos son los senderos lindos, pero uno se puede meter en tapes poís por en medio del bosque, perderse un rato o mejor unas horas. El tiempo pasa de otra forma por allá
De parque en parque
Un día de caminatas, parques y vistas.
Arrancamos subiéndonos a la colina del Buena Vista Park, además de tener una vista preciosa de la ciudad, el parque es una sopa de senderos curvosos, pendientes, olor a húmedo y bosque y perros contentos por salir a pasear. Tuvimos la rara ocasión de ver un coyote mientras nos paseábamos. No llevaba una caja de dinamita 🙁
Jugando a hacer siluetas sensuales en una colina-parque
Detrás mismo de la colina se encuentra la zona llamada Haight-Ashbury, rica en historia hippie. En esas calles durante los 60s se encontraban tiendas gratuitas donde todo era gratis (comida, ropa, atención sanitaria, lo que sea), tiendas de marihuana y LSD, casas comunitarias, música, sectas de poliamor, etc… Era la meca de los movimientos contracorriente de la época. Nosotros nos encontramos con tiendas vendían música, ropas, recuerdos, productos naturales, pero no la marihuana ni el LSD. Sombreros y chalecos estrafalarios, ropa de colores y ropas oscuras, música sesentosa, cafés y turistas, homeless veinteañeros (sí, eso), amuletos mágicos, atrapa sueños, anillos masónicos, grafittis y colores y más colores, eso y más es el barrio. Sí, había una tienda de ropa gratis (¡!), basada en donaciones, de donde también podías comprar/llevar libros y juguetes, NO aceptaban dinero. Entre otras cosas, encontramos yerba mate con precio de caviar ruso.
Las tiendas de Haight-Ashbury, bien de la cabeza, espectaculares, los colores, los mensajes, todo… querés pasar desapercibido? No es tu lugar para ir de compras
La Petaca: la mejor amiga del perro. Y como el perro es el mejor amigo del hombre y Objetivo Birmania cantaba “los amigos de mis amigas son mis amigos”, podemos inferir por permutación matemática que La Petaca es la mejor amiga del hombre. Muchas mejores amigas por allá para escoger
Seguimos caminando, hasta llegar al Golden Gate Park, que es más grande que el Central Park de Nueva York!!! O sea… TIENE 412 Ha!!! Sí, 412 hectáreas, en medio de la ciudad! Que les pasa a estos tipos?? Que se les ocurre para poner 412 Ha verdes ahí???
Bue… Aparte de ser gigantesco, es bellísimo y según sus zonas tiene más o menos vida. Como fuimos solo un par de horas no lo visitamos entero, claro. A metros de un símbolo de la paz pintado en el suelo se encontraba una banda de unos 12 percusionistas tocando músicas con un sonido tribal, poderoso e hipnótico. En la colinita frente a ellos nos acostamos a disfrutar del sol, de la música, de la vida, junto con otras decenas de personas que hacían lo mismo. No tardo en acercarse alguien a ofrecernos algo para fumar a precios San Franciscanos, claro. Mientras nos íbamos, recuerdo que Chili me mostró a una señora de unos sesenta y muchos o setenta y pocos con los cabellos ya del color de la ceniza y la risa llena de arrugas, sentado con un joven encendiendo un porro tamaño Marley, sin fósforos ni encendedor, con una lupa y mucha experiencia.
Alrededor y detrás nuestro un montón de gente hacía lo mismo que nosotros, relajarse y disfrutar del sol y la música. Los muchachos que se sentaban con el símbolo de la Paz y los perros, cada tanto hacían una ronda para ofrecerte productos que te ayuden a relajarte y disfrutar del sol y de la música de manera más sicodélica
Nos paseamos, cada uno en su mundo en el National AIDS Memorial y salimos del parque viendo tan solo de pasada el de Young Museum y la academia de Ciencias pues queríamos llegar con el sol al Presidio, otro parque de TAN SOLO 608 Ha!! A diferencia del parque llamado Golden Gate, que NO tiene vistas al Golden Gate, el parque Presidio sí las tiene. Por eso, lo cruzamos… como no conocíamos el camino ni usamos bien el mapa con el que contábamos fuimos por las calles que lo cruzan más o menos arriesgando un poco nuestras vidas, pero valió la pena. No podíamos haber llegado a mejor hora ni si lo hubiésemos calculado: llegamos al atardecer.
Finalmente volvimos en la total oscuridad, por senderitos entre los árboles, escudados en la ignorancia y la seguridad del optimismo. Y claro, no nos pasó nada y nos matamos de risa. Un día (y noche) de caminatas, parques y vistas.
Más abajo una diarrea de fotos, este… porque se merecen estar acá.
La sombra bajo los árboles hace que todo el día parezca que está nublado
Llegando a uno de los miradores del Golden Gate, no lo calculamos, pero salió redondito
Redondito…
La famosa “foto de la foto”
Sí, es tal cual
Y nunca falta el payaso que hace la “Superman”
…
El Barrio Castro
El Barrio Castro te saluda con una enorme bandera flameante con los colores del arcoíris frente al Pink Triangle. Debajo de la bandera se encuentra un sencillo pero emotivo homenaje a Harvey Milk. Así iniciamos nuestra caminata/tour.
Hola! Bienvenido! Esta es la bandera del barrio! Preparate… para verla por todos lados! 🙂
Estéticamente el barrio es similar a cualquier otro barrio residencial por los que caminamos con Chili, lo cual significa que es ordenado, limpio y con casas bellísimas. Lo que tiene de distinto es que parece que Mi Pequeño Pony vomitó y tosió arcoíris por todos lados en una noche de borrachera (porque todos sabemos que cualquier cosa que salga de la boca de Mi Pequeño Pony, será un arcoíris).
Lo que lo hizo especial fue el tour con Britt, pues la historia del barrio o mejor dicho de las personas que vivieron y viven ahí es lo que lo hace tan especial.
San Francisco se destacó en los EE.UU. y en el mundo siempre por ser “contrera” o ir contra la corriente y además de los hippies y los derechos para las mujeres tenemos en la escena al movimiento… de género? Homosexual? No sé como llamarlo, porque aparentemente las palabras tienen muchos significados y no importa cual digas estas incluyendo o excluyendo a alguien no lo desea. Y al mismo lastimando los sentimientos u ofendiendo a otro. Para hacerlo sencillo y pidiendo disculpas a quien no le simpatice lo llamaré gay.
Las franjas de cebra de Barrio Castro. Creo que esta es una de las fotos más memeables que sacamos y me voy a ofender si mis amigos no me hacen un meme con ella
Según aprendimos San Francisco era más abierto que el resto de los EE.UU. en este sentido, encontrando en sus calles a bares donde abiertamente se podía manifestar una preferencia sexual distinta a la heterosexual o donde hombres y mujeres se podían vestir como quisiesen más allá de los convencionalismos, estos bares no se encontraban en el Barrio Castro aún. Durante la 2da guerra mundial SF fue el puerto de partida para la guerra en el pacífico… y adivinen que pasó. Cientos de miles de jóvenes de todo el país se concentraron en la ciudad para ir a la guerra y muchos de ellos encontraron un lugar donde, por fín, podían manifestarse. La milicia daba de baja a los homosexuales conocidos. Y a donde podían ir estos jóvenes que serían rechazados o deberían esconderse o dar explicaciones en sus pueblos de origen? La comunidad LGBT encontró donde más o menos podían expresarse… y creció y creció. Hoy, el barrio Castro es una meca para los jóvenes gays… Lo cual a mí me encanta y me espanta. Me encanta porque el barrio lo vive, lo manifiesta y pelea por sus derechos. Me espanta porque me apena que tenga que existir un sitio así… un oasis o isla donde ser, cuando me gustaría que no se trate de una excepción sino de la regla: libertad para ser y manifestarse, donde sea. Es mi opinión y deseo.
La vereda de una iglesia, no se de que religión exactamente, donde se realizan casamientos sin importar el género desde 1971
Alcatraz
No hay mucho que decir y hay mucho que sentir en Alcatraz.
Lo digo en serio. Chili escuchando-imaginando lo que habrá sido estar ahí. Claro que como es chiquitita, a ella le sobra el espacio
Fuimos a la tardecita/noche y nos quedamos callados, escuchando el audioguía en inglés que es 100% narrado por ex guardias y ex presidiarios de la cárcel.
Aprendimos acerca de los intentos de fugas (ninguno con éxito confirmado), las comidas, las celdas, los reclusos, la historia de La Roca en sí.
De película. De en serio
No tengo idea de como una prisión se puede convertir en una atracción turística, será que apela a nuestro morbo? No me importa. Fue fantástico ir, fue fantástico tocar los barrotes y las paredes y escuchar las voces rasposas y gastadas relatando de primera mano y en primera persona como era la vida ahí. Fantástico. Y real.
Merchandising de “preso”. Erraron en los colores, que deberían ser rojos y azules, claro
Hay mucho más!
San Francisco es preciosa, preciosa, preciosa. Ni hablé del barrio italiano y el edificio más alto de la ciudad, ni del barrio chino que es Ciudad Del Este con más chinos, ni de los tranvías tan famosos, ni de los lobos marinos que se la pasan bostezando y chapoteando en el Pier 39, ni de la zona turística del Fisherman’s Wharf que tiene souvenirs de Alcatraz para que parezcas un preso (a algunos loros no les vendría mal a elegir indumentaria por ahí), ni del Washington Square donde los pintores y sus obras se confunden con la gente que pasea a sus perros.
Esta gaviota se llama Gabi “La Gaviota”. Gabi “La Gaviota” y su familia también viven en San Francisco y no hablé de ellas! Hay mucho más!!
Lo que tiene de malo: los costos. TODO es más caro en San Francisco. Los costos de vida son altísimos y los sanfrascanianos básicamente se “esfuerzan” para mantener una baja inmigración a la ciudad (por ejemplo con regulaciones que impiden la construcción de edificios de X altura).
Yo, que solo conocía San Francisco de algunas películas como La Roca, no tenía NINGUNA expectativa. A quien sea que lea esto, espero haber levantado un poco las expectativas para cuando quieran visitarla, no se van a arrepentir.
Vista desde el Presidio, camino al Golden Gate
carmenlidia says
Gracias gracias por tan buena descripcion.. es cerrar los ojos y pasearse contigo la manera en que estas viviendo. Me creaste la expectativa de ir alla…
Joseto says
Hola tía! Gracias!!! Me encanta que te haya dado ganas de ir… te va a fascinar (solo que es la ciudad más cara donde estuvimos en EE.UU.). Abrazo!!!!!!
carolina says
Que gusto, realmente me trasporte virtualmente con ustedes, transmiten felicidad total!!!
Joseto says
Gracias Carolina, de eso se trata! Estoy re contento de que te haya gustado!! 🙂