ADVERTENCIA: Post largo porque intentamos hablar de todo lo que vimos en Nicaragua en un solo post. Y pusimos muchas fotos!
PEDIDO: No seas haragán, lee algo más que unos cuantos memes este día, dale leelo siqué! Ish!
SORPRESA: Pusimos un video de 2 minutos al final. Es nuestro primer video editado! No vale verlo sin leer el post!
Con cara de sueño a las 03.00 AM camino a tomar el bus Zzz
Para llegar a Nicaragua tomamos un micro a las 4 de la mañana en Monteverde, Costa Rica. La madrugada estaba fría, no había niebla y nos escoltó una perrita callejera casi todo el camino desde el hostal a la parada. Estas escoltas perrunas son una parte recurrente de nuestro viaje, cada tanto un perro dice “estos dos turistas incautos necesitan de mis habilidades caninas para sobrevivir la siguiente media hora” y se dedica a pasearse con nosotros, ladrar a todo lo que no le guste, dejar claro con sus meos apurados de quien es dueño del barrio y mover la cola cada vez que le decimos algo como “Gracias Chunchis por hacernos compañía y protegernos de los monstruos malvados de la zona”.
Llegamos a la frontera Costa Rica – Nicaragua aproximadamente a las 10 AM. Y… sentimos algo similar a lo que deberá sentir un francés al cruzar el Puente de la Amistad por primera vez. Pero viniendo de Brasil a Paraguay. Es que Costa Rica es muy ordenadita, limpita, perfectita, sin barullos, cara y genuinamente medio extraña latinísticamente hablando. Sería una especie de Suiza del Caribe. Y Nicaragua sencillamente ES PARAGUAY.
Tuvimos que hacer una transferencia de buses en medio de la nada todavia con sueño Zzzz
Por que digo que es Paraguay? Básicamente, es parecida en su historia (sufriiiida, creo que más que la nuestra), en su infraestructura, en sus precios, en la manera de hablar de su gente (tranquila, sin apuros) y las sonrisas sencillas-sinceras que te encontrás por doquier como turista, en que te dan cerveza abundante y HELADA, en que son ganaderos, en que sobrevivieron a una dictadura terrible (MUCHO más terrible que la nuestra si existe alguna escala para esto). Es difícil de explicar… pero uno se siente como en casa, como en un mundo bizarro, pero en casa.
Cuando bajamos del bus en la frontera, se paga una “Entrada al país”, una especie de impuesto de 13$ por persona. Para pagar el impuesto teníamos más o menos 15 personas que nos querían “llevar sin compromiso” a donde se pagaba el impuesto. Luego, claro, nos ofrecieron frutas, jugos, cambio de divisas, juguetes, recuerdos, artesanía, gaseosas, alcohol, etc, etc. entre que pagábamos el impuesto y hacíamos los papeles para entrar al país.
Lo bueno: cuando te ofrecen algo y les decís que “No gracias”, ponen caras de “Que cagada” y se van. No insisten. Eso es algo nuevo para mi y es genial.
Una de las cosas que nos impresionó de Nicaragua fue ver a la misma gente, al mismo país, tan cercano y tan distinto al mismo tiempo. Siempre escuchamos que una moneda tiene dos caras, en el caso de lo que visitamos nosotros, se trata de una moneda de tres caras (¿?), si eso es posible.
San Juan del Sur: el pueblo surfer / hippie / farristico / cero stress / Bienvenidos todos
Asi nos recibia la playa de San Juan del Sur. Arena. Cangrejitos. Rocas hacia un costado. Muchos bares sobre la playa (aunque no se ven)
No todos los sitios que visitamos nos interesan igual. O nos impactan igual. O la pasamos genial.
Sin embargo, de TODOS los lugares aprendemos algo. Todos los días vemos algo nuevo. Y damos las gracias por eso.
San Juan del Sur es una de esas monedas opacas… O sea, imagínense a Tío Rico (el pato millonario tío del Pato Donald), nadando en sus monedas doradas en su bóveda de Patópolis. Y bueno, una de esas monedas, de más abajo quizás, no brille tanto. Pero igual tiene valor… además es parte de la piscina de monedas de Tío Rico. Se entiende? Así, más o menos, nos pareció San Juan del Sur.
Se trata de un pequeño pueblo al oeste de Nicaragua, a orillas del Pacífico.
Es una especie de meca o destino mochilero por excelencia… no sabemos muy bien porque, pero lo sospechamos. Tiene mucha gente extranjera viviendo ahí, muchos negocios que no son “locales” y un montón de idiomas siendo conversados al mismo tiempo en sus calles. Lo cual lo convierte en una suerte de “pueblecito cosmopólita”, si eso tiene algún sentido.
Despensa de barrio de San Juan del Sur. El tipo que está en frente es un cococicletero (vende coco en bici)
Carne encebollada con tortilla, arroz, frijoles ensalada y queso en el Mercado de San Juan del Sur (no se ve en la foto el jugo de cebaba que incluía el plato por unos 3$)
En sus calles te vas a encontrar con nicas (como se llaman a ellos mismos los nicaragüenses), de aspecto humilde cargando cosas pesadas por ahí, con rubios descalzos vestidos como hippies de los 60s, surfistas con algún que otro tatuaje llevando sus tablas bajo el brazo y la sal cayendo de sus cabellos, gringos tecnológicos, con chicos del pueblo jugando baseball en la calle, yogis con pantalones anchos, sueltos y coloridos, y mujeres cocinando asado en la calle (no vimos un solo varón cocinando, salvo en restaurantes de extranjeros). En resumen, hay de todo en el pueblo, y eso está muy bueno.
La playa de San Juan es un poco oscura, con cangrejitos y avecitas que parecen ardillitas, porque más que volar corren rapidísimo con sus patitas buscando lo que sea que buscan las aves-ardilla en la arena. No es una playa paradisiaca. Se ilumina… los domingos, cuando la gente del pueblo descansa de los turistas y la invade para jugar, tomar cerveza, darse un chapuzón, escuchar música y dar rienda suelta a su libertad nica.
Pendiente no muy agradable de caminar a la vuelta cansados para llegar a nuestro hostal
El famoso ”Chicken Bus” (Micro Gallina en español). Todos los micros que encontramos en Nicaragua era asi, ya sea con el tradicional color amarilllo de los buses de escuela yankis o tuneadisimo como este
Sucede que San Juan es un pueblo farrístico. BIEN FARRÍSTICO. Que significa esto? Significa que hay birra, marihuana, merca, vodka, música y peñas que se encuentran fácilmente por ahí. Y la cúspide de la farra es el “Sunday Funday” que es una MEGA FARRA que se hace los domingos. Es así: pagás 30$ por una remera y el derecho a asistir a la farra, que básicamente es un pool crawling por 3 hostales bien grandes. MÁS DE 400 PERSONAS ASISTEN CADA DOMINGO (en temporada alta nos dijeron que hasta 1000 farristas van). 95% extranjeros. Y básicamente, todo el mundo va a pasar unos días y espeeeeera haciendo lo que sea hasta llegar al Sunday Funday. Como todos los turistas están de farra los domingos, la ciudad descansa ese día.
Nosotros, no sabíamos de que se trataba esa fiesta de los domingos y no fuimos (*@#&*#&*!!) porque no nos cerraba pagar 30$ solo por una entrada que no te daba ni siquiera una birra, pero no importa, vimos una cara mucho más bonita de San Juan que en el resto de los días.
Me quedo con un par de cosas geniales que conocimos ahí:
- Las puestas de sol y los relámpagos y rayos desde la terraza de nuestro hostal, que estaba en una colina, alejado del centro del pueblo (Buena Onda Backpackers)
- Charlas, cerveza helada en mano, con Chili mirando lo que dije en el punto anterior
- Las duchas frías, que dado el calor que hace en Nicaragua, se sentían como si te frotasen con un caramelo hals congelado por todo el cuerpo
- La playa El Coco. Una playa a unos 20 km del pueblo. Olas perfectas para jugar… hermoso paisaje. Restaurant barato y con piscina en frente. Atardecer en el Pacífico. INCREÍBLE.
- El amor que tienen los nicas por sus bolsitas. Basicamente TODO lo pueden poner en una bolsita para que lo lleves. Entonces te encontrás con que un montón de gente camina o está en los micros consumiendo algo de una bolsa:
- Ensalada de frutas? Tomá llevá en una bolsa!
- Asado con arroz y ensalada de la calle? Acá está la bolsa. Sin cubiertos claro (!!!).
- Jugo o gaseosa? Bolsita.
- Cerveza fría? Bolsa…
- En San Juan descubrimos los helados ESKIMO, una marca muy conocida en Nicaragua. En particular los sabores guanábana y pitaya (frutas raras de por acá). Desde que los descubrimos los tomamos TODOS LOS DÍAS. No puedo explicar la trompada de sabor y frescura que son. Quiero uno ahora!
Hermosa vista desde la hamaca de la terraza de nuestro hostal
Increible atardecer en la playa de San Juan del Sur
Una de las mejores cosas de Nicaragua, las Toñas (cerveza nicaragüense) bien he-la-das
Así, pasamos nuestros días en San Juan… la pasamos bien. Recomendamos que vayan?? Depende de como lean lo de más arriba… saquen sus propias conclusiones.
La Aristocrática Granada y León la Revolucionaria
Granada y Leon son ciudades tan distintas que lo único que te demuestra que aún estás en el mismo país es que todo el mundo sigue comiendo o tomando de todo en bolsitas de plástico.
Granada
Nosotros primero fuimos a Granada, la ciudad más vieja del país y a veces llamada “La París de Centroamérica” (?). Nos quedamos en un hostal llamado Oasis, el cual al tener piscina, un patio lleno de sombra, hamacas y una VC cooler con gaseosas y cervezas bien frías al alcance de la mano, sin dudas nos pareció lo más cercano a un oasis en medio del calor del mercado de Granada. Porque ahí nos quedamos, EN EL MERCADO. Exactamente EN EL MERCADO. Que conste que esto no es una queja, ya que nos encantó el mercado municipal, el cual es un laberinto donde aprendés lo ignorante que sos con respecto a los ingredientes con los que uno puede cocinar.
Pintoresca pared de Granada… El Verdugo es una cadena de electrodomésticos y muebles (?). Un tipo encapuchado, que sabés que mata gente para vivir, viene corriendo hacia vos sin remera pero con un escudo y te vende una plancha! Y bue…
Nos perdimos caminando por sus calles varias veces y lo que pudimos ver/descubrir, es que esta es la única zona agitada de la ciudad. El resto, ya sea el centro, el malecón con el lago Cobocilca o lago de Nicaragua, la parte farrística de los bares, el parque central, los barrios de más afuera, incluso la autopista para llegar, tienen aire de pueblo del interior. Tranquiiiilo. Pachaaaaaa. No hay luego apuro en esta ciudad.
Alrededor del Parque Central de Granada encontrás muchísimas carrozas que transportan a los turistas por ahí. La mayoría con auspiciantes (la roja es de Claro) No quisimos subir a ninguna y aplanamos la ciudad a pie.
Su arquitectura nos encantó en tres puntos: 1) las casas y negocios pintados de todos los colores que puedas inventar con una cajita de acuarelas, habiendo en una calle casas/negocios así: amarillo claro, turquesa, bordó, azul, rojo rutilante, lila, amarillo oscuro, etc. 2) que no existen los edificios, o sea, cuando nos subimos al campanario de una de las iglesias, estábamos en la cima de la ciudad. No hay nada más alto que los campanarios de las iglesias. Y estamos hablando de una ciudad de 200.000 habitantes. 3) No se como lo hicieron, pero de alguna manera las fachadas armonizan entre si en cuanto al estilo colonial.
Iglesia de Guadalupe. Fue construida en 1626 y fue muy maltratada durante las guerras internas de Nicaragua. No es la catedral, pero nos pareció que tenía más “energía”
Tomar la cámara, un par de córdobas (dinero nicaragüense) para cuando encuentres una heladería Esquimo y los lentes de sol para salir a caminar a ver con que te encontrás ya es un excelente plan en Granada.
Muy recomendada en otros blogs es la excursión a las Isletas de Granada, la cual hicimos. Las Isletas de Granada son una suerte de islas pequeñas (claro) de origen volcánico que se encuentran en el lago de Nicaragua. Al acercarse al lago caminando, cámara en mano y con pinta de turista platudo uno es asaltado por varios guías, vendedores, dueños de lanchas, capitanes de embarcaciones que te quieren vender el tour. Claro que después de rechazar varios, terminamos comprando uno a quien nos dijo “yo soy isleteño de nacimiento, nací en la isleta XX” (no recuerdo el nombre) y nos hizo lo que nos pareció un buen precio. Se llamaba Víctor. Con Chili todavía discutimos, yo creo que el tiene tatuada una isleta en su pecho. Ella cree que la tiene tatuada en su espalda y pintada con los colores de la bandera nica.
Chili disfrutando del tour por las Isletas. La historia cuenta que cuando el volcán Mombacho hizo erupción, tiró enormes rocas al Lago de Nicaragua. Como resultado se formaron 365 islas pequeñas enfrente de Granada. Las isletas varían en tamaño y forma desde cien metros cuadrados hasta más de cien hectáreas.
Una de las isletas esta habitada por cinco monos, la mayor y mas gorda es Lucy (la que vemos en la foto). Al contrario que en Costa Rica, acá te incitan a que les des de comer, de ahí la prominente panza de la monita
Terminamos aprendiendo que las isletas fueron absorbidas por el Estado durante la dictadura de los Somoza en su momento, luego (en los 90s) muchas fueron vendidas a familias amigas del gobierno. Hoy son carísimas y resultan una especie de símbolo de estatus en Nicaragua. Si no tenés una isleta, no existís entre las familias platudas (más o menos). Sería algo así como tener una casa en Samber, pero solo accesible en barco o helicóptero, además solo hay 365. El tour vale la pena, es divertido, ves animales silvestres, mansiones que no te podés explicar como llegaron ahí, escuchás chismes nicas, ves una roca partida por un rayo, das de comer a monos gordos en la Isla de los Monos y en general la pasás bien.
Sin lugar a dudas lo que más nos gustó de Granada es ir la Laguna de Apoyo a pasar el cumpleaños de Chili.
Payaseando en las transparentes aguas de la Laguna de Apoyo el día del cumple de Chili
La Laguna de Apoyo, a pesar de tener un nombre súper ne, se trata de un pequeño paraíso terrenal. Es una laguna (claro!) que se encuentra en la cima de un volcán extinto, sus aguas son claras y cuando fuimos se encontraban a una temperatura ni tibia ni fría, perfecta. A mi me enseñaron que el agua en una pileta/rio/lago/bañera/cualquier-lugar-donde-te-metés siempre está en una de estas cuatro temperaturas: caliente, tibia, fría, congelada! (el signo de exclamación es parte de la temperatura). Por lo visto existe una temperatura más, que se encuentra a tan solo 5.500 kms de Asunción, en la Laguna de Apoyo: perfecta.
En Granada te dicen varias veces que “comas el vigorón de Granada!”, “que no comiste el vigorón todavía?”, que “El vigorón es lo más delicioso del mundo mundial!”. Con Chili buscamos el mejor vigorón de la ciudad, el cual fue confirmado por 3 granadienses: “Coman el vigorón de El Gordo, en el Parque Central”. Fuimos, con hambre y ganas de comer a probar el famosísimo vigorón de Granada. Nuestras caras al llegar el plato, no habrán tenido precio. Lo que daría por una foto de nuestras caras… El exótico vigorón resultó ser nada más y nada menos que chicharõ con mandioca. Por lo menos estaba bueno.
El famoso Vigoron que termino siendo un sencillo chicharõ con madioca servido en una hoja de banana. Lo de “Mostacho Sin Fronteras” es porque a veces subimos nuestras fotos a la página de Mostacho, la lomitería de Remi (hermano de Chili)
Granada, en resumen, es una ciudad con porte señorial. Si la tuviese que dibujar, la dibujaría como un Señor, con pelo blanco, arrugas, sentado en el corredor de una casa de estancia, mirando con ojos profundos e interesantes, a lo lejos (quizás al pasado), pancita de buena alimentación pero sin indicar dejadez ni gula desenfrenada. Se trata de un Señor que te puede contar historias poderosas de hace 50 años, de tradiciones del campo y de lo último que está sucediendo en las esferas de poder hoy. Si te interesa tomarte un mate con este señor, visitá Granada.
Joseto con Cesar, nuestro guia por las Isletas en el parque/malecón que bordea el lago Nicaragua. Ese parque estaba lleno de vida un día de semana y a la mañana. La Albirroja PRESENTE!
Chili en su momento Tyrion Lanister (le cuelgan los pies jajajaj!!)
Chili sufriendo en lo que demominamos el Triangulo de las NErudas camino a Leon, porque esas tres chicas APESTABAN durante el viaje. Como pio?
León
León no puede ser más distinta. Es bulliciosa, más quilombera en su diseño, su gente habla más fuerte, camina más rápido. Es más moderna. Es un centro de operaciones para cualquier mochilero (lavanderías, buses a todos lados, miles de hostales, volcanes y tours, farra, comida barata, buen internet). Te encontrás con el espectro de Sandino asomando desde las sombras, en donde sea que mires. Con relatos de guerra, de torturas, de opresión. Con leyendas mezcladas con historia. Con un culto a la independencia y la libertad. Con poesía y sangre.
La ciudad de Leon custodiada por la omnipresente sombra de Sandino
Leon nos saludó como toda Nicaragua con mucho calor. Y nos saludó con sus murales con los que te cruzás en las calles más importantes, en las calles medio importantes y en las calles a las que nadie le importan. Así, estás caminando por el centro… MURAL! Estás mirando una escuela… MURAL! “Mirá una panadería, debe haber pan caliente…” MURAL! Los murales describen de todo: la historia de la lucha de Nicaragua por su independencia, los deseos por tener o no tener un canal que una el Atlántico y el Pacífico en Nicaragua, cosas abstractas, que viven en una dictadura o que la vivieron, poesías, de todo…
Nuestra deducción: en policía o militar estaba grafiteando “No al canal!” y antes de que pueda poner el signo de exclamación la nena lo encontró “in fraganti”. Como ella tenía una metralleta y el solo una pistolita, ella procedió a tocarle todo mientras le susurra versos de Rubén Darío, porque obvio, todos los niños lo estudian acá
Salir a caminar, sin rumbo, por las calientes calles de León, con una cámara, un par de córdobas para tomar un helado de guanábana o uno de pitaya y tus lentes de sol, ya es un excelente plan.
En León vas a encontrarte con su majestuosa catedral en la cual descansan los restos del poeta Rubén Darío. Su porte impresiona. Con Chili no somos religiosos, pero la catedral nos dejó callados un buen rato. Frente a la catedral se encuentra el parque central, que en este caso se encuentra plagado de juegos, vendedores de juguetes y globos para chicos y comidas y dulces. Bien distinto al de parque central de Granada, el cual es bellísimo, con mucha sombra, te invitaba a la contemplación y tan solo se vendían “raspados” (en voz baja).
La Real Basílica Catedral de La Asunción de León. Esta ubicada en el Parque Central. Imponente
Una de las mejores actividades que se puede hacer en León va de la mano con el espíritu de la ciudad: Deslizarte a toda velocidad por la ladera de un volcán (volcano boarding).
En pocas palabras esto es así:
- Vas con un camión o camioneta por unas zonas rurales (y aparentemente bien fértiles a la ladera del volcán Cerro Negro. Cuando llegás a las cercanías del volcán, TODA la vegetanción deja de existir y lo único que ves, kilómetros a la redonda es una tierra negra, con rocas negras y polvo negro encima. Todo es negro. Todo es mineral. Una desolación de ciencia ficción… La ausencia de plantas es opresiva y sucede de golpe, sin vaselina. Esto nos tomó por sorpresa con Chili, se siente como si te hubiesen sacado algo que dabas por sentado, como un dedo o el agua corriente.
- Ahí lo ves al Cerro Negro, capitaneando alto sobre su tierra, piedras y polvo negro. Y como es? Es un cerro totalmente negro, claro, por eso se llama Cerro Negro. Y es imponente, súper empinado. Ahí te preguntás: “Y yo me voy a tirar desde allá arriba? Ni ka’ure!”
- Te dan tu tabla (que pesa bastante) y ropa de protección para tirarte (que también es pesada) y sin más explicaciones empezás a subir el volcán. Claro que hay porteadores a quien podés dar un par de dólares para que lleven tus cosas. Por tercos (y tacaños) no les pagamos y llevamos todo nosotros, claro, queríamos vivir TODA la experiencia, incluyendo la falta de aliento 15 minutos después de arrancar la subida al volcán.
- Durante la subida vas viendo los paisajes lunares, sintiendo el humo y el calor que sale de la tierra (claro que lo podés tocar y te quema después de unos segundos), peleando con el viento que te quiere tirar por la ladera y te preguntás de vuelta que cuernos estás haciendo.
- Arriba, sin muchas vueltas, te equipás, te explican que hacer en caso de hacerte mierda para no lastimarte tanto y como ir más lento y más rápido. Y TE TIRÁS!
- No vale la pena que lo describa. Es sencillamente genial. Si van. Háganlo. Encima no es caro.
- A pesar de arrancar lento y en cierta parte caerse fuertísimo (sin mayores daños). Chili ganó el premio a la mujer más rápida del día rayando los 60 km por hora. 🙂
Joseto buscando iluminación a orillas de uno de los cráteres del Cerro Negro. Quizás está descansando nomás
Antes de hacer Volcano Boarding. No se nota, pero Chili esta entrando en panico
Ahí va Chili, feliz como una lombriz, tiene talento natural para esto. El puntito de más arriba puede que sea Joseto… Supongamos que es así estamos los dos en la foto
Chili, la ganadora en categoria mujeres con uno de sus premios (le regalaron una remera y dos shots de esa cosa que olia mal)
Otra cosa bien especial que podés hacer en León es “el Camino del Guerrillero”, que consiste en ir con un ex guerrillero a ver distintos sitios de la ciudad: El ex cuartel de la Guardia Nacional, el memorial (con fotos) de los caídos en batalla, distintos murales, la casa donde dispararon a Somoza García (el padre de quien luego fue asesinado en Paraguay, se trataba de una dinastía de dictaduras), distintas calles donde se libraron batallas y la cárcel/museo llamada “La 21”. No voy a escribir sobre la historia de Nicaragua acá porque no da ni el tiempo ni el espacio, lo que puedo decir es que es sumamente turbulenta y que hacer esta especie de “paseo/charla caminando” con una persona que lo vivió en carne propia es áltamente recomendado. Se aprende. Se toca. Se siente. A veces duele.
Por último, la vida nocturna de la ciudad también pega. Te movés caminando sin problemas. La cerveza es barata y bien helada. Y sencillamente a la tardecita te dan unas ganas de tomar espectaculares. Eso también vale la pena hacer: estoy hablando de emborracharte con deliciosas Toñas bien frías.
Brindando con unas Toñas heladas la conquista del Cerro Negro. Favor observar la cantidad de hielo en la hielera. Así te dan la birra en Nicaragua (es emocionante!)
Así, León tiene un aire suyo y únicamente suyo. Rebelde y creativo. Si me dijesen “haceme una pintura de la ciudad de León”… La pintaría como un joven veinteañero, con el pelo un poco largo y desarreglado (sin llegar a ser sucio ni desagradable), medio bajito, flaco pero fuerte, con el físico de alguien acostumbrado a trabajar la tierra o con animales. Con aire soñador, la mirada atenta y penetrante, un poco hablador, de sorpresa/asombro fácil y genuino. De esos que dicen fuerte: “Wow! Que increíble esto!!” y sonríen todo debalde. Curioso. Esperanzador. Si querés tomarte una cerveza con este personaje, andá a León.
A mi me gustó más León (perdón Granada!). A Chili también. Pero creo que si uno viene a Nicaragua hay que visitar ambas sí o sí.
Les juramos que ese tipo camuflado estaba ahí sin que le pidamos! Por favor, fijense en donde apoyan los pies los espectros
Gracias por leer el post, si querés comentar algo podés hacerlo más abajo :)