Ahora viene la 2da parte del post “Lo más importante”, si querés primero leer la primera parte (duh!), hacé click AQUI. Advierto, es un post largo, tan largo que lo dividí en dos partes.
Más abajo las últimas 6 cosas más importantes que hicimos antes de viajar.
Renunciar al trabajo
Sin lugar a dudas una de las cosas más difíciles y raras para Chili y para mí fue dejar de trabajar. O sea… trabajamos de manera continua durante unos 13 años… y de repente… dejamos de trabajar por aproximadamente 20 meses!
Chili dejó de trabajar un mes y medio antes de que viajemos y yo un mes antes.
Lo que nos dimos cuenta es que a pesar de tener más de un año para organizarnos, recién cuando dejamos de trabajar tuvimos el tiempo (y las ganas!) para hacer un montón de cosas que veníamos posponiendo: poner en venta los autos, ir a vacunarnos, comprar un par de cosas que nos faltaban, organizar la farra de despedida, ir al campo, visitarle a mi Omi, entre otros.
Chili sintiendose culpable por estar desempleada. Le duró más o menos 8 minutos la culpa
Si nosotros no dejábamos nuestros trabajos cuando lo hicimos, no creo que hubiésemos llegado “cómodos” a la meta.
Claro que renunciar un mes antes de viajar también significó hacer los cálculos, las previsiones y los ajustes en el presupuesto familiar para poder hacerlo sin mayores inconvenientes.
Lo que hay que saber “manejar” es esa rara sensación de no estar haciendo lo “esperado”, que sería, básicamente, hacer algo “ÚTIL” con tu tiempo (entiéndase trabajar o estudiar). Osea, sabemos que estamos haciendo algo útil para nosotros, pero igual hay una especie de “que loco, no estamos trabajando/estudiando…”.
Hoy, casi dos meses después de renunciar, aún se siente a veces como que no caemos… Leímos a varios viajeros de largo tiempo y encontramos que se trata de una sensación normal, de transición, que la misma desaparece cuando uno entra en ritmo en el viaje. Básicamente, vamos a aprender a ser vagos sin remordimientos (¿?).
Mudarnos (empacar, vender, regalar cosas)
El viajar nos llevó a desprendernos… A desprendernos de un montón de cosas que no necesitábamos o sencillamente no queríamos. Nos encontramos diciendo frases como: “para que quiero que esto esté guardado en una caja por un año y medio” a otras como “la verdad que no uso mucho esto, mejor lo vendo o lo regalo!” o sencillamente “que lo que es esto??? Ahhh, nos habían regalado esta multiprocesadora atómica para vegetales cuando nos casamos y todavía está en su caja, mirá que loco… vamos a regalarle a (Introducir nombre de Amig@) que se casa ahora, quedamos como unos capos y nos ahorramos el regalo! Yei!!”.
Lo que vendimos o dejamos para la venta: un par de compus, los autos, mi play 3 (con sus juegos, incluyendo ambos Ray Man!), un celular, el preciado Ipad de Chili. y… Creo que eso es todo.
Lo que prestamos: 2 aires, una garrafa, un lavarropas, un freezer, una heladera, un juego de sofá y una tele, creo.
Lo que regalamos: varias bolsas de ropa, cables, cargadores, nuestra cama, zapatos, zapatillas, cosas de limpieza, una alfombra, una calefacción, cubiertos, termos, guampas, más ropa, libros, una mesa con sus sillas, un juego de ollitas y un montón de cosas que ni me acuerdo.
Gonzo(un yurumí de barro de Tobatí) y Turuleca (un cisne de revistas hecho por una persona en rehabilitación) fueron guardados con mucho amor hasta nuestro retorno
Que guardamos: nuestros cuadros, un poco de ropa, electrodomésticos, vasos y manijas, platos y cubiertos… el resto de nuestras cosas en general, que no son muchas, no sé bien. Entraron en un camioncito, las llevó el Sr. Cáceres (Fletero – 0981 573 233). Nos mudó ya 3 veces con éxito y precios razonables 🙂
El trabajo de empacar lo hizo en su mayor parte (76%) Chili, que mirando de lejos, creo que llevó un día y medio de trabajo. Luego, en una jornada de trabajo dejamos liberado el departamento.
En la foto más o menos 1/3 de nuestras cosas. Observese la cinta scatch “Fragil” en el cuadro y la caja, parte del 76% del trabajo correspondiente a Chili…
Como nos mudamos el martes y viajábamos el jueves. Quedaba la pregunta: “donde dormíamos ese miércoles?”. Respuesta: Chili en casa de sus padres, con su hermana Mari. Yo en casa de mamá, en mi vieja pieza, rascándole a Pachamama hasta quedarme dormido.
Pachamama viajando conmigo al campo hace unos años (Pacha era mi compañera de viajes antes que Chili!)
Empacar, mudarnos, regalar y vender las cosas para Chili y para mi no fue una tortura, no es que nos desgarraaaaamos de dolor al entregar nuestra cama o al vender algo o al regalar una ropa adorada (y linda). Al contrario, lo hicimos con energía, como si se tratase de algo natural y evidente que teníamos que hacer.
Yo pensaba que me costaría más, pero había sido hay una parte a la que le gusta un poco el minimalismo… Sobre este punto, mi opinión al día de hoy (para quien le interese, al que no le interese que salte un par de líneas): prefiero tener pocas cosas, de la calidad/marca/estilo que a mí me gustan y que uso, a tener un montón de cosas de balde. Estoy convencido de que tener cosas que no se usan ocupa espacio mental. Por otro lado el dinero y las cosas no son lo mismo. Al dinero, lo relaciono con la Libertad y ese es el Valor más importante en mí escala de valores, pero eso es otro tema… Bue… me divagué un chiqui.
Modo opinólogo off.
Encontrarle un hogar a Maxi
Esta creo que fue, de TODAS LAS TAREAS, la más difícil y sufrida.
Quien tenga un conejito gris desde bebé, le entregue su habitación con aire acondicionado y se mude a la que tiene solo ventilador, compre rabanitos solo para él, proteja todos los cables de su casa con un plástico horrible anti ratas, diseñe un parque de diversiones con revistas, cartones y madera, y por último le regale sus peluches adorados de más de 20 años de antigüedad para que juegue con ellos, nos entenderá.
Maxi desplegando toda su belleza de macho alfa, el día que llegó a casa
DURANTE MESES buscamos quien podría adoptar a Maxi. El problema es que queríamos que quien adopte a Maxi lo trate como se merece: como el rey de los conejos. Que lo mime, que lo cuide, de ser posible que tenga un patio donde pueda correr y hacer pozos, y que lo proteja de posibles predadores (águilas reales, pandas carnívoros y lobos grises de las estepas). Por último, que nos mande videos y fotos cada tanto (prueba de vida). O sea, buscábamos un unicornio azul.
Finalmente, una semana antes de viajar la familia de Chili se ofreció a cuidarlo. Estiramos todo lo que pudimos la “entrega” de Maxi, sencillamente no lo queríamos dejar ir. Al final, adivinen que, hacen todo lo de más arriba! Estamos contentísimos y eternamente agradecidos.
Lo malo: el INFELIZ DEL CONEJO no nos extraña para nada!!! Está chocho con su patio y su comida y sus pozos y sus mimos y sus peluches! Se la pasa correteando y comiendo pasto!
Maxi como lo dejamos, gordito luego de comer cables y papeles. Un verdadero paragón de conejitud
Despedirnos
Tanto Chili como yo somos un poco melodramáticos con este tema.
O sea, sabemos que hay gente que se va por mucho más tiempo que nosotros sin tanta alharaca… Pero, para nosotros no es una cuestión de fatalismo el despedirnos así, fuerte, con abrazos, besos, gritos, fotos, tragos, más abrazos, y más despedidas.
Todo lo contrario. Para nosotros es un mensaje de amor, de cariño, de “sos importante para mí, te quiero y te quiero ver porque sé que te voy a extrañar”.
Por eso, nos despedimos una y otra vez e incluso organizamos nuestra propia farra de despedida.
Que mucho nos mandaron al diablo nuestras familias por gastar dinero en la farra en vez de gastarla en el viaje, pues podríamos necesitarla. Y tienen razón… podemos necesitarla. Pero, como siempre, se trata de prioridades: Para nosotros despedirnos y hacer la farra era MUY IMPORTANTE 🙂
Más arriba la invitación para la farra, en fotos que enviamos por wassap…
No gastamos tanto y oganizarla no fue muy difícil, tuvimos ayuda de profesionales:
La Isabella de Marcel, alquileres en general, además de apoyo en experiencia para poder calcular las cantidades de bebidas a comprar. Se pasaron de amabilidad y eficiencia. Gracias!!
Asado Benítez de Don Benjamín. Los parrilleros, mozos, cantinero y por supuesto el asado. Genios todos. Gracias!!
Dj Ata. Que además de animar la farra es un amigo de muchísimos años. Gracias!!
Dj Billetón. Que proveyó los equipos de sonido para que Ata haga su show. Gracias!!
Además, los postres fueron proveídos por: Ña Ñeca y Panchi (los gigantescos quesos Paraguay); Mari, Remi y Cocó (la única torta que me emocionó en mi vida), Tia Chofa (el dulce de mamón); Mamá (el resto de los dulces, incluyendo los de maní que se acabaron); Edit (los flanes de leche condensada con chantilly); y El Paquete (brigadeiros, bolitas de coco y nosequé más!). A todos: Gracias!!!!
No sabemos cuanta gente fue, pero doy fe de que se tomaron 24 botellas de vino, 12 ñoños, 6 litros de jäger y 250 holandesas de 3/4s. Esto sin contar las coronas, champañas y otras cervezas que trajeron algunos invitados. Estuvo genial (las partes que recuerdo).
Gracias a todos por tanto cariño!!!
La torta que nos regalaron: con forma de valija, el recorrido por el mundo, un Joseto rubio, lunas y estrellas con significados místicos y Maxi con las orejitas al viento 🙂
Entrenar
No nos imaginamos 540 días de estar tirados en la playa, con una piña colada en la mano (con la sombrillita, obvio) y una hermosa morena abanicándonos mientras nos sacábamos pelusa del ombligo.
Bueno, yo si me imaginé algunos días así. 🙂
Sabíamos que íbamos a caminar. Y que a veces íbamos a caminar mucho. Y que a veces íbamos a caminar mucho con TODO a cuestas.
Lo habíamos conversado: vamos a patear por ahí, vamos a escuchar a la gente, vamos a comer en la calle con los lugareños, vamos a sentir los lugares con nuestros pies siempre que podamos. A eso había que agregarle otras actividades que se podían presentar como alquilar bicicletas, hacer senderismo (hiking) o quizás alguna otra cosa que requiera fuerza o resistencia.
Por eso, durante unos meses entrenamos.
Sí, entrenamos. Nos despertamos temprano (5:15!!!!), fuimos al gimnasio, levantamos pesas, fuimos a la caminadora o al parque a caminar o a trotar. Lo hicimos. Todavía no puedo creerlo.
Y… al final, fue una de las mejores decisiones/acciones que tomamos.
Un ejemplo reciente: Entre tomarnos un taxi de 30$ desde el hostal hasta el aeropuerto en Santo Domingo o usar dos guaguas por 4$ y caminar unos 3,5 km con las mochilas a cuestas (incluyendo la merienda y la cena del día que viajábamos para no comprarla a precio de aeropuerto) elegimos lo último. Otro: La vez pasada caminamos más de 15 km en el sol para llegar al @*##*((@##*%$ Botánico de Santo Domingo porque no lo encontrábamos. Y así…
Chili llevando toda su casa consigo. Encima es paticorta la pobre…
Según el app Pacer (que la instalé hace poco más de una semana), caminamos más de 10,5 km por día…
Además de darnos un poco de aguante y confianza, entrenar también nos puso de buen humor, nos hizo aprovechar los días de manera más completa, arrancar llenos de energía cada día, nambrena luego… todo lo que dicen los que entrenan con frecuencia… resultó ser VERDAD, está muy bueno. Y punto.
Hacer un perfil de Couchsurfing y recibir gente en el departamento
Couchsurfing es una especie de red social tipo Facebook en la que básicamente hacés lo siguiente:
- Creas un perfil en el que hablás un poco de vos y ponés fotos tuyas y si querés de tu casa/departamento/sofá/pieza de huéspedes.
- Habilitás tu casa para recibir a viajeros (que también tienen perfiles en Couchsurfing) gratis. Sí, invitás a absolutos desconocidos a que se quedan en tu casa. A que usen tu baño, tu wifi, tu aire acondicionado, te pregunten cosas e incluso requieran un poco de tu tiempo/atención.
- O, si no te gusta la opción 2), podés anotarte solo para juntarte con ellos en algún sitio y mostrarles un poco de la ciudad o del país o tomar un café/cerveza para contarles sobre nuestras costumbres, historia o a donde pueden ir, etc…
- Por último, después de la visita, tanto el viajero como el “local” evalúan al otro sin que se puedan saber las evaluaciones de la otra parte hasta cierta fecha. Estas evaluaciones no se pueden borrar. De esta manera podés ver las opiniones de otra gente sobre a quien vas a recibir o quien te va a recibir. Si fue buena onda, educado, limpio, hinchabola, etc…
Habilitamos nuestro perfil en agosto de 2015 y en total recibimos a 6 personas en casa y nos paseamos con una. Fue así:
- Anna, de Polonia, se quedó unas 4 noches. Con ella fuimos al casamiento de mi prima Tati, dormimos en Samber (gracias Pollo!) y en general nos matamos de risa.
- Tigre Tagirov, de Rusia, que vino por dos noches, salimos de farra muy fuerte a Central Bar y al día siguiente fuimos a un cumple infantil (gracias Glo!). Es cierto lo que dicen: los rusos saben tomar.
- Kevin, de Suiza. Se quedó 2 noches, lo vimos poco porque fue entre semana…
- Oliwia y Karo de Polonia, que vinieron juntas por dos noches. Nos cocinaron una comida polaca que no recuerdo el nombre, pero básicamente era una especie de guiso de verduras. Unas chicas geniales que trabajaban y viajaban alternadamente.
- Diego, de Ecuador, pero que había vivido muchos años en Rusia. Que se quedó con nosotros solo una noche. Con el pasamos horas tomando tereré con los yuyeros en el centro y luego fuimos a una fiesta de cumple de la pesada (gracias Hermann!).
- Mario Ángeles, de Perú, a quien solo vimos un par de horas, en las cuales aprovechamos para tomarnos unas cervezas y charlar.
Anna con nosotros en el casamiento de mi prima Tati, en Samber
Nuestra experiencia con couchsurfing: GENIAL!
Quienes se quedaron en casa, educados, limpios, ordenados siguieron las reglas de la casa sin problemas. A todos les dimos una copia de las llaves para que se muevan sin problemas (no somos niñeros).
Aprendimos de ellos, tanto de sus orígenes como de otros sitios a los que fueron, además, nos ayudaron a visitar sitios en Asunción que no visitábamos hace tiempo. Por último, por ejemplo, “ver” a través de los ojos de una polaca Asunción te da una perspectiva distinta de donde estamos o de nuestras costumbres. Varios de ellos, mochileros más experimentados que nosotros (Anna había estado en más de 90 países cuando vino a visitarnos), nos dieron muchísimos consejos e ideas para nuestro viaje.
Recibir a gente nos sirvió tanto para conocer como para conocernos.
Ahora, claro, pediremos a vaqueanos que nos reciban en sus casas: creemos que es la mejor manera de conocer una ciudad (además de ahorrar unos cuantos $).
Sinceramente, no se como hacer para recomendar con más fuerza el uso de esta red social a quienes quieran conocer gente fantástica y aprender algo nuevo.
Gracias por leer el post, si querés comentar algo podés hacerlo más abajo :)